sábado, 1 de agosto de 2015

Agosto


A fuerza de escuchar al ángel fino, la costra sonora se columpia desde el oído medio hasta la trompa de Eustaquio. El rechinido que se escucha a lo lejos, son los columpios que en su vaivén infinito nos recuerdan la armonía de las esferas.
Agosto escribe con su lengua angosta. Escuchemos.